¡Humanos! apostad por nosotras, las mascotas

La fidelidad de las mascotas y como ayudan a los humanos

 

Al hilo de la noticia publicada en el Diario El País el pasado 4 de enero, titulada  Cuéntale al perro del juzgado lo que ha pasado en casa

 

Surgen algunas reflexiones y la principal es que existe un amor mutuo entre los humanos y los canes que además muestran una fidelidad sin fisuras hacia “sus humanos”

Os invitamos a leer el artículo del que es autor Jesús María Soriguren (socio de Mundo Motiva) que ilustra la noticia.

 

Varias mascotas 

acompañan  a los niños 

en el juzgado

para testificar

sin miedos

Me presento. Soy Pepe (guau). Tengo 8 años y me gusta…culturizarme

Mi vida ha sido una continua reivindicación… Con mis colegas hemos conseguido que se nos admita en muchos lugares prohibidos para nosotros. Así, en algunos  hoteles ya nos dejan entrar. Hemos hecho méritos. No nos llevamos las toallas, no fumamos en la cama, no ponemos alto el volumen de la televisión…Últimamente hemos logrado que el Ayuntamiento de Alcobendas nos deje entrar en las exposiciones de arte…

Reconozco que mis humanos han tenido conmigo un trato exquisito. Sitio donde van… me llevan. A veces camuflado en alguna bolsa (solo peso 3 kgs.). La última ocurrencia que han tenido es llevarme a Misa en verano. Pero, a veces, no me gusta el sermón del cura. Y como soy sincero, lo digo…y me sacan del recinto.

Aunque me gusta escribir no lo hago para contaros mis aventuras. Hoy he leído en el periódico que tres colegas (Eika, Kuva y Dakota) hacen de acompañantes de los niños en la OAVD (Oficina de Asistencia a Víctimas del Delito). Han tenido una preparación especial. Tienen que ser “equilibrados” para  “equilibrar” a los demás. Yo no valdría. Soy bastante “revoleras” según dicen en los ambientes que frecuento (preferentemente, la Zaporra de Alcobendas). Me comentan que, en términos científicos, “favorecen el efecto ansiolítico”. Un niño/a testificando en contra de algún familiar tiene que ser muy duro….Necesitan ayudas externas. 

En realidad estos perros grandes (para mí) no hacen un trabajo distinto al habitual. Lo nuestro es la compañía, la acogida…Dicen los entendidos que nosotros provocamos que en lo fisiológico “se reduzcan los indicadores de estrés, baje la tensión arterial, el ritmo cardiaco”. Somos mejores que las pastillas…

En ambientes judiciales, nuestra presencia cercana al menor hace que “los menores pueden estar más proactivos en la testificación” y sobre todo  “emocionalmente más positivos”. Tener un  perro al lado durante un rato hace que el/la menor se tranquilice…

Vamos, que somos unas joyas. Formamos parte de ese entorno acogedor que puede hacer cambiar los sentimientos de esos/as niños/as que lo pasan mal por el entorno familiar que les ha resultado traumático. Todo eso se revive en un juzgado que ya, de por sí, es un ambiente poco acogedor para la infancia.

Me ha gustado la noticia. ¿A vosotros? Ya os he dicho que buscamos asentarnos más en nuestra sociedad con la ayuda de personas abiertas. Reivindicamos que nos traten como seres vivos con una especial sensibilidad. He dicho.

Hasta la próxima

Pepe (guauuu)